Este tipo de baterías recargables se componen de electrodos de níquel y cadmio sumergidos en un electrolito alcalino. Estas baterías son más duraderas que las de plomo-ácido y tienen una mayor vida útil. Además, son menos propensas a la auto descarga y pueden soportar ciclos de carga y descarga más frecuentes.

• Alta capacidad de carga: Las baterías de Ni-Cd tienen una alta densidad de energía y pueden almacenar una gran cantidad de energía en relación con su tamaño y peso. Esto las hace ideales para dispositivos portátiles y de alta demanda energética, como herramientas eléctricas, cámaras, radios y juguetes.
• Ciclos de carga y descarga: Las baterías de Ni-Cd pueden someterse a numerosos ciclos de carga y descarga sin sufrir daños significativos en su capacidad. Pueden recargarse cientos de veces antes de necesitar ser reemplazadas, lo que las hace económicas y duraderas a largo plazo.
• Resistencia a temperaturas extremas: Las baterías de Ni-Cd pueden funcionar eficientemente en un amplio rango de temperaturas, desde -20 °C hasta 60 °C. Esto las hace adecuadas para su uso en entornos extremos, como en equipos de exploración en exteriores o en aplicaciones militares.
• Baja auto descarga: Las baterías de Ni-Cd tienen una baja tasa de auto descarga en comparación con otras tecnologías de baterías recargables. Pueden mantener una carga almacenada durante períodos prolongados de tiempo sin perder una cantidad significativa de energía. Esto es beneficioso para dispositivos que se utilizan de forma esporádica o que se almacenan durante largos períodos.
• Capacidad de descarga constante: Las baterías de Ni-Cd pueden proporcionar una corriente de salida constante y estable durante su ciclo de descarga. Esto las hace adecuadas para dispositivos que requieren una fuente de energía constante y uniforme, como linternas o equipos médicos.